“Volver a encontrar una vida en armonía con la naturaleza”, es la frase que mas pronuncio estos últimos meses.
Tendríamos que promover un estilo de vida saludable y terapéutico basado en el retorno a la naturaleza y el ejercicio físico. El desafío: endurecerse, desarrollar nuestra fuerza vital con el contacto de los elementos naturales, enseñar al cuerpo a luchar contra las enfermedades y así fortalecer nuestro sistema inmunológico.
OS PROPONGO, PARA ESTO, ESTAR EN CONTACTO CON LAS PLANTAS
¿Cómo? ¡Respirando su perfume! ¿Por qué? Porque absorber las sustancias volátiles de los aceites esenciales de las plantas es una manera terapéutica natural sencilla y eficaz de desinfectar las vías respiratorias y de prevenir los resfriados hibernales.
Las plantas, al contrario que otros seres, no pueden desplazarse. Por eso mismo, han tenido que crear un complejo y eficaz sistema para poder protegerse de su entorno, del sol o de sus depredadores, para atraer insectos polinizadores y para curarse de diversas heridas. Este sistema se basa en los aceites esenciales. Así, el perfume de las plantas, ejerce un papel fundamental en el sistema de defensa y de comunicación de las plantas.
Un aceite esencial es básicamente la extracción de la esencia de una planta, ¡la extracción de su olor!
Se pueden extraer las esencias de diversas plantas y diversas partes de las plantas desde las hojas (en el caso del eucalipto por ejemplo), la flor (el azahar), la corteza (la canela), la madera (el cedro), la cascara (todos los cítricos), etc.
ESTA ES MI FRAGANCIA PARA ESTOS DÍAS DE FRÍO
Visitemos más naturaleza, ¡pero no olvidemos hacerlo con responsabilidad!
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