Actividades con los más pequeños para desarrollar el olfato

• JUN 27, 2022
• Cuarto Sentido

¡Se acabó el curso! Y ahora, ¿qué hacemos?

Recientemente, acabamos de estrenar el fin de curso y con él las tan esperadas vacaciones para los más pequeños. Esperadas para ellos y ellas, aunque no tanto para esos papás, mamás, abuelos, abuelas… que tienen que mover cielo y tierra y una logística que ni la NASA para poder tenerlos atendidos y entretenidos. Aunque puede ser un período precioso para poder pasar tiempo de calidad con nuestros retoños, hay ocasiones que muchos queremos salir corriendo y las vacaciones pasan a ser las ya conocidas mataciones.

Seamos realistas, todos los adoramos, ya sean hijos, sobrinos… pero conciliar resulta realmente difícil y a veces el cansancio tanto físico como mental puede llevar nuestra paciencia al límite. No preocuparse porque la buena noticia es que, y aunque suene a frase genérica motivacional, lo estás haciendo lo mejor que puedes y sabes y justamente eso es lo mejor para ellos. Tu presencia y amor es lo que más reclaman a raudales. Céntrate en eso y en que también tienes derecho a todo (incluye chillar de vez en cuando).

Dicho esto, y para contextualizar este artículo, queremos ayudaros a llenar ese tiempo con los monstruitos. Un tiempo de calidad, divertido y de paso que les ayude a estimularse y aprender. Por eso, aquí os dejamos algunas actividades que puedes realizar en su compañía y que desarrollarán su sentido olfativo. Pruébalas y nos cuentas cómo ha ido, pero antes te descubrimos la importancia de hacerlo.

¿Por qué es importante que lo desarrollen?
En primer lugar ya sabes que el sentido del olfato está altamente conectado con el del gusto. Cuanto más desarrollado tengan el primero, más capacidad tendrán de percibir los sabores y, por lo tanto, mayor interés en probar los alimentos. Una muy buena noticia para aquellos y aquellas que el menú diario se les hace cuesta arriba.

Además, estimularlo les hace ser más conscientes de su entorno, ya sea por una alerta de peligro como un incendio o por el despertar de sensaciones, positivas o negativas. Todos los olores quedarán grabados en su recuerdo y cuando sean adultos, cada vez que lo perciban, volverán a revivir la sensación de estar contigo jugando en su niñez.

ACTIVIDADES:

Ojos tapados y ¡a adivinar!
Esta es archiconocida, pero siempre les encanta y es súuuuper divertida. Tápales los ojos con una venda o tela y que huelan cosas características como el café, algo de fruta, leche…. ¡A ver qué son capaces de acertar! Seguro que te sorprendes. También puedes aprovechar para preguntarles qué sensaciones les transmite, es un buen ejercicio para enseñarles que todas las emociones y sensaciones son válidas y puedan expresarlas libremente.

Juego Montessori
Puedes hacerlo con botellas o con cualquier otro recipiente. Se trata de llenarlas de agua y ponerles unas gotas de aceites esenciales, puedes utilizar olores agradables y otros que no lo sean tanto. Haz dos packs y repite los mismos aromas. Es decir, si por ejemplo haces ocho, tendrás que hacer dos packs de cuatro. Ellos deberán ser capaces de olerlo y hacer las parejas que huelan igual.

Aroma de vainilla y canela o lavanda, rosa…
Para esta opción vamos a necesitar un poco más de paciencia porque habrá que dejar macerar durante varios días, pero, una vez más, un valor más a transmitir a nuestros hijos: hay cosas que necesitan de su tiempo para que lleguen a ver la luz y surja el resultado. Paciencia, mimo e ilusión.

Vamos a necesitar:
- 2 vainas de vainilla/lavanda/pétalos de rosa
- 1 ramita de canela
- Alcohol
- Un frasco
- Agua
- Aceite vegetal (la mejor opción es el del almendra)

1. Cortar las vainas de vainilla. Primero a trocitos pequeños y luego de forma transversal. Y las introducimos en el frasco.
2. Añadimos la ramita de canela troceada dentro del frasco.
3. Cubrimos con alcohol la vainilla y la canela.
4. Cerramos el frasco y dejamos macerar durante dos semanas en lugar oscuro y cálido. De vez en cuando hay que removerlo!
5. Pasadas las dos semanas añadimos dos cucharadas (café con leche) de aceite y 2 más de agua.
6. Volvemos a dejarlo reposar en el mismo sitio durante una semana más. ¡Recuerda agitarlo una vez al día!