Todas y todos sabemos que el léxico y refranero español es rico de narices, aunque en muchas ocasiones utilizamos dichos o refranes que no sabemos de su significado u origen. Los decimos porque siempre se ha dicho sin pensar más allá. Y no es por tocarte las narices pero, si somos honestos, sabemos que esto es así.
Hoy os traemos algunas curiosidades, orígen y significado de frases de lo que aquí nos atañe: las narices y los olores. Así que, si no quieres que te den con la puerta en las narices si algún día te preguntan por alguna de ellas, no dejes de leer lo que viene a continuación, porque la verdad es que manda narices que una sola palabra pueda tener tantos significados diferentes.
Esto me huele a chamusquina
La utilizamos cuando tenemos la intuición de que algo no va todo lo bien que quisiéramos o que no va a salir bien. Su origen se remonta a tiempos de la inquisición cuando algún libro o escrito se quemaba por ser tachado de herejía.
Huele a cuerno quemado
Su origen es el mismo que el de la anterior, pero esta frase se utiliza más para indicar que sospechas que por ahí detrás hay intenciones ocultas.
Meter las narices
Cuando alguien se entromete en un asunto. La frase la podríamos acabar perfectamente con “donde no te llaman”.
¡Hasta las narices!
Harto, cansado, ¡que ya no puedes más! Brrrrr...
Tocar las narices
Molestar o incordiar a alguien. Archipopular frase “¡Deja de tocarme las narices!"
Tocarse las narices
No es lo mismo “tocar” que “tocarse”, claro. Igual si te tocas mucho las narices, le tocas las narices a alguien...(qué lío)
No tener narices
En nuestra cultura, que nos gusta tanto provocar y retar al personal, no hay mejor frase que esta para poner en duda la valentía de alguien. ¡Hay que ver cómo somos!
La cosa va de narices
Pues que va bien. Súuuuuper bien, de hecho.
Hacer algo por narices
Lo tienes que hacer sí o sí, porque la otra persona quiere, porque la situación ha venido así o porque no te queda otra. El caso es que lo tienes que hacer.
Hacer algo de narices
Lo que está claro es, que si tienes que hacerlo por narices, seguramente no te saldrá de narices. Cómo varía la cosa cambiando sólo una preposición.
Restregar por las narices
Hay muchas personas a las que les encanta provocar envidia. Y de eso va esta frase. Y la envidia es mala, es pecado capital...
¡Manda narices!
La solemos utilizar cuando estamos molestos por algo que no nos gusta.
Darse de narices con algo o alguien
Te lo encuentras así de sopetón, sin esperarlo.
No ver más allá de las narices
Hay cosas que son evidentes, pero que muchas personas no ven. O bien porque está encabezonada o porque simplemente no da para más. Qué vamos a hacer, tiene que haber de todo.
Tener tres pares de narices
Si tienes tres pares de narices, es que tienes seis. Y eso son un montón de narices. Tantas como la valentía que representa esta frase.
Dar con la puerta en las narices
Así con desaire y malos modos te dicen que no. No gracias, no me interesa o interesas. La puerta no es necesaria siempre, es algo figurativo.
Existen muchas más por añadir a la lista, ¿te apetece completarla con nosotros? Envíanos un e-mail a cuartosentido@cuartosentido.com con la expresión y el significado (explicado con tus palabras) y lo añadiremos.
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