La peor persona que conoces está en Cuarto Sentido

La huella digital
  • Josep Maria Garcia - Cuarto Sentido

    Fuente: Clickhole

    La peor persona que conoces está en Cuarto Sentido

    Si bien lo habitual sería que habláramos de la huella olfativa hoy la cambiaremos por la digital. Y lo hacemos con una historia cuanto menos peculiar y sorprendente que especialmente nos hace reflexionar sobre el control o, mejor dicho, no control que tenemos sobre las cosas, nosotros que creemos, valga la redundancia, tenerlo todo "under control".
    ¡Ah! Y dato importante, porque resulta que compartimos nuestro día a día con “la peor persona que conoces”. Aquí va la historia:

    El protagonista es nuestro compañero del departamento técnico Josep María García, más conocido por todos nosotros como "Paía" y, no a tenor del título, es una persona maravillosa.

    La trama se remonta a 2014 cuando su cuñado, fotógrafo profesional, le pide que le acompañe a hacer unas fotos para acompañar el reportaje de una escritora. Para adelantar la faena mientras llega la escritora, Josep María hace de modelo para cuadrar las mediciones de luz y esas cosas técnicas que hacen los cazadores de instantáneas. Días más tarde, su cuñado, previa autorización de nuestro protagonista, sube la fotografía a un famoso banco de imágenes ya que el resultado le pareció que estaba muy bien.

    Hasta aquí, todo aparentemente normal. Sigue leyendo.

    Un buen día, y avanzamos ya al 2018, ClickHole, una página web de contenidos satíricos (el símil en España sería algo parecido a “El Mundo Today”) decide ilustrar un artículo que lleva por título “The worst person you know just made a great point” con la fotografía de Josep María. En este enlace puedes ver el artículo original: https://clickhole.com/heartbreaking-the-worst-person-you-know-just-made-a-gr-1825121606/

    El artículo habla algo así sobre cómo la controversia que se nos genera a las personas cuando alguien que no es en absoluto de tu agrado dice o hace algo que no le puedes discutir porque tiene razón. El estómago y el cerebro se nos cortocircuita. A todas y todos nos pasa.

    Y es aquí cuando empieza lo sorprendente. Josep María se hace viral. Se convierte en un meme en Estados Unidos y Australia. Su rostro es utilizado para ilustrar ese sentimiento en conversaciones cotidianas de whatsapp o hilos de Twitter. A día de hoy su imagen ha tenido casi 5 mil millones de visualizaciones (lo escribimos así porque no estamos acostumbrados a poner tantos ceros y vaya que nos equivoquemos). Él se hace conocedor de esto en marzo de 2020 cuando, en medio de la pandemia, periodistas de Las Américas, imaginamos que tras una ardua investigación, logran contactar con él vía Instagram.

    Ante la confusión e incredulidad de lo que le estaban contando y también derivado de la situación de incertidumbre que vivíamos en ese momento, decidió no hacer demasiado caso a lo que le estaban diciendo y continuar con su vida. Total, aquí no lo conocía nadie ni se veía afectado. Eso sí, nos imaginamos su cara cuando su cuñado lo llamó y le dijo: “No te asustes, pero abre Google y escribe The worst person you know”. Y ¡patapám!, ahí estaba él por todos sitios.

    Puedes hacer la prueba en cualquier buscador, verás que no te engañamos, ¡es real!.

    A día de hoy le siguen llegando solicitudes de diferentes medios de comunicación internacionales y los nacionales se han hecho eco de la noticia y le están dando cobertura. Y, mientras tanto, seguimos alucinando. Él lo lleva con mucha naturalidad y tranquilidad, pero no deja de resultar difícil de gestionar cuando sabes que eres diana de comentarios, unos buenos y otros pues, ya sabemos, que hay de todo en este mundo. Y mucho menos cuando ves tu cara en un meme al lado del mismísimo Donald Trump. Y esta es la historia.

    Y ahora nos preguntamos, ¿estamos seguros en este mundo loco de internet? ¿Podemos garantizar nuestra privacidad? ¿Tenemos que pensarlo dos veces antes de compartir cualquier contenido? Está claro que lo que no se puede controlar es la repercusión que pueda tener. Simplemente se nos escapa. Los demás lo hacen por ti.

    Este artículo puede parecer oportunista, que en realidad lo es, pero nos gusta ofrecer a nuestro público contenido interesante, de valor y que pueda aportar más allá de vender un producto final. Le llaman marketing de contenidos. Y no queríamos desaprovechar esta oportunidad.

    Nosotros, de momento, esperamos que nuestro Josep María, a parte de la huella digital de la que difícilmente ya pueda deshacerse, pueda seguir dejando la olfativa y su aroma de buena persona allá por donde pase, tanto en el ámbito profesional como en el personal.

    Porque la realidad sería que, si en Estados Unidos supieran realmente cómo es, lo querrían tener siempre bien cerquita.

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